Aunque le tomó un par de años ser realmente apreciado, Pieces of a Man, el álbum debut del poeta y cantante afroamericano Gil Scott-Heron, es una declaración de vida en su estado más puro. Un libro de poemas crudos que se entrelazan armoniosamente con una sección rítmica de soul y jazz fuera de los estándares de la época. Una obra maestra que desafía las barreras temporales y cuyo mensaje no solo ha perdurado, sino que resuena con más fuerza que nunca.

Canción tras canción, metáfora tras metáfora, Gil teje la complejidad humana de la comunidad afroamericana atrapada en los guetos urbanos de los años 70 en Norteamérica. Un torbellino emocional, una fortaleza mental forjada a fuego y las batallas internas de un pueblo que lucha día a día contra la pobreza, la incomprensión, la violencia y las adicciones derivadas de esta realidad. 

El álbum, grabado en los estudios RCA de Nueva York el 19 y 20 de abril de 1971, marcó la primera colaboración musical y lírica entre Gil y el teclista Brian Jackson. Este último logró reunir un grupo de músicos excepcionales que brindaron la base musical perfecta para elevar las palabras crudas y directas de Gil, dándoles mayor profundidad y sensibilidad. 

"The Revolution Will Not Be Televised" abre la caja de Pandora. Un manifiesto político y un himno proto-hip-hop en el que Gil disecciona la realidad afroamericana en los barrios marginados. Una poesía directa que va al grano, amplificada por su voz urgente que clama por el cambio real, el que ocurre en la mente: la verdadera revolución. 

The Revolution Will Not Be Televised

"Save the Children" es un viaje dulce y esperanzador que da continuidad al cambio planteado en la primera pista. Una vez que la transformación mental sucede, el siguiente paso natural es proteger el futuro de ese cambio. La flauta de Hubert Laws resalta en la canción, guiando al oyente hacia la naturaleza hipnótica de la infancia que quizás Gil hubiese deseado tener.

Hubert Laws

"Lady Day and John Coltrane" es una explosión jazzística que rinde homenaje a dos de los artistas que más influyeron a Gil: Billie Holiday y John Coltrane. Sus melodías pueden limpiar el peso de la rutina en el gueto. Las letras siguen revelando aspectos oscuros y reflexivos, pero el solo de teclado de Brian Jackson marca el tempo y ayuda a encontrar la fuerza para sobrellevar la agitación mental. 

Ron Carter
Bernard Purdie

"Home Is Where the Hatred Is" es un golpe directo al estómago. Un retrato descarnado de la adicción, presentada como la única vía de escape ante la presión. La sección rítmica en esta pista parece trazar el recorrido de un viaje: el vaivén entre una dosis y otra, reflejando a un alma atrapada entre sus propios fantasmas que clama por sobrevivir antes de caer en su propia decepción. Si cierras los ojos, podrás sentir cómo desciendes a la oscuridad de la mano de la línea de bajo de Ron Carter y la genialidad de Bernard Purdie en la batería. Fue el único sencillo del álbum, lanzado en 1971.

Home Is Where the Hatred Is

"When You Are Who You Are" es un llamado a la autenticidad. El solo de guitarra de Burt Jones te invita a romper barreras, a rebelarte contra las máscaras sociales y a mostrar tu verdadero yo. Bajo la voz de Gil, este acto de transparencia se convierte en un paso hacia una interacción social más genuina y constructiva.

"I Think I'll Call It Morning" es un canto de liberación y transformación. Gil desafía sus propias cadenas mentales, su apego a la realidad y el torbellino de emociones que lo envuelven, buscando liberar destellos de esperanza a través de su voz quebrada. 

I Think A Call It Morning

En "Pieces of a Man", la voz de Gil se sumerge en la conciencia, transformando la letra en una especie de nana sin retorno. Brian Jackson, al piano, captura el sentimiento subliminal de la imagen visual que se dibuja en la canción. 

"A Sign of the Ages" mantiene el ritmo lento y melancólico, reflejando una resignación profunda. Es un intento fútil de comprender la soledad y el aislamiento que acompañan a la naturaleza humana y su destino, tal como lo percibe Gil.

Brian Jackson

En "Or Down You Fall", el poeta se encuentra con su destino. Las letras, llenas de metáforas visuales, muestran lo frágil que puede ser un ser humano. Solo hay dos opciones: seguir adelante o rendirse. Bernard Purdie, con su maestría en la batería, crea un espacio natural donde las palabras de Gil flotan en el aire.

Con "The Needle’s Eye", la tensión se acumula gradualmente. El ritmo se acelera y, con él, la voz de Gil se vuelve aún más sincera, pareciendo recuperar la fuerza necesaria para sentir compasión por aquellos que nunca alcanzarán su nivel de claridad: las almas perdidas que pueblan las calles a su alrededor.  

The Needle’s Eye

Finalmente, el álbum cierra con "The Prisoner", que cierra el círculo abierto con la primera canción. La falta de cambio en la mentalidad perpetúa la esclavitud, tanto física como mental, atrapando a la sociedad en prejuicios y opresiones. Es la canción más larga del álbum, capturando el sentimiento de estar condenado de por vida a una realidad que nunca cambiará. 

Pista tras pista, Pieces of a Man nos entrega piezas de un rompecabezas afilado que se clava en el alma y la mente de Gil Scott-Heron, uno de los poetas afroamericanos más influyentes del siglo pasado. 45 minutos de una combinación mágica entre música y poesía que sigue girando y expandiéndose a través de las generaciones. 

Músicos

Gill Scott-Heron – guitarra, piano, voz

Hubert laws – la flauta, el saxofón

Brian Jackson – piano

Burt Jones – guitarra eléctrica

Ron Carter – bajo

Bernard Purdie – batería

Johnny Pate -Director

La producción

Bob Thiele - producción

Bob Simpson – mezcla

Charles Stewart – foto de portada

Cuando Ustedes Son Lo Que Son