
Ubicada en el corazón de Cardiff, Spillers Records no es solo una tienda: es un símbolo viviente de la historia de la música. Fundada en 1894 por Henry Spiller, un apasionado de la emergente industria musical, la tienda abrió sus puertas en Queens Arcade con el objetivo de vender fonógrafos, cilindros de cera y discos de laca, los primeros formatos de grabación de sonido.
En aquellos tiempos, el vinilo ni siquiera existía y la música grabada era una auténtica rareza. La visión de Spiller era clara: acercar el futuro del sonido a la gente de Gales. Con el paso de las décadas, la tienda evolucionó junto con la tecnología, adaptándose a los nuevos formatos: primero los 78 RPM, luego los LPs, cassettes, CDs y, finalmente, ediciones especiales en vinilo. Entre los hitos de su historia se encuentran su traslado a The Hayes a principios del siglo XX y su mudanza definitiva a Morgan Arcade en 2010, donde sigue en pie. Ha sobrevivido a guerras, crisis económicas y revoluciones digitales, convirtiéndose en la tienda de discos más antigua del mundo y en un referente indiscutible para los amantes de la música.

Durante las décadas de los 50 y 60, Spillers Records se convirtió en mucho más que un simple comercio: era el epicentro de la escena musical de Cardiff. En plena explosión del rock & roll, la tienda era el lugar donde los aficionados conseguían los últimos discos de Elvis Presley, The Beatles y las grandes bandas británicas que cambiarían la música para siempre. Pero Spillers no solo vendía discos: era un punto de encuentro donde músicos, coleccionistas y melómanos intercambiaban opiniones, descubrían rarezas y compartían su pasión

La tienda vio pasar a personajes legendarios como Joe Strummer de The Clash, los Manic Street Preachers y muchos otros artistas que dejaron su huella. Además, se convirtió en un espacio donde la música cobraba vida con sus legendarios conciertos en la tienda, creando una conexión única entre artistas y público. Como dijo un cliente habitual: “Entrar en Spillers no era solo comprar discos, era formar parte de la historia viva de la música”.

Los años 90 y 2000 marcaron una época oscura para las tiendas de discos independientes. La llegada del CD, las descargas digitales y el auge del streaming provocó el cierre masivo de comercios que parecían condenados a la desaparición. Spillers estuvo cerca de correr la misma suerte, pero su historia no terminó ahí. Gracias a la pasión de sus clientes y al esfuerzo de figuras clave como Ashli Todd, que tomó las riendas del negocio con una determinación inquebrantable, Spillers resistió.

Se organizaron campañas, iniciativas de apoyo y una movilización del mundo musical para evitar su desaparición. ¿Su estrategia para sobrevivir? Apostar por lo que mejor sabía hacer: ediciones especiales en vinilo, material exclusivo, sesiones en vivo y una atención cercana y personalizada que las grandes plataformas jamás podrían igualar. El renacer del vinilo en la década de 2010 fue el impulso definitivo que permitió a Spillers no solo sobrevivir, sino volver a brillar con más fuerza que nunca. En los últimos años, artistas como Jack White, Gruff Rhys y Frank Turner han actuado en la tienda, manteniendo viva la llama de este icónico establecimiento.
Spillers Records es mucho más que un negocio: es un símbolo de resistencia y amor por la música. En un mundo donde los algoritmos deciden lo que escuchamos y la inmediatez domina el consumo musical, Spillers sigue siendo un santuario para los coleccionistas y los melómanos.

Aquí, cada vinilo no es solo un objeto, sino un pedazo de historia, un testimonio físico de la música en su forma más pura. Su influencia trasciende las fronteras de Cardiff, inspirando a nuevas generaciones de vendedores de discos y coleccionistas que ven en su historia la prueba de que la pasión y el compromiso pueden superar cualquier desafío. Spillers ha jugado un papel clave en la preservación del formato físico y la cultura del vinilo, demostrando que, en un mundo que avanza sin freno, todavía hay magia en recorrer una tienda, hojear las cubiertas de los discos y descubrir esa joya inesperada que cambiará tu forma de escuchar música.
