Antes de convertirse en uno de los grupos femeninos más electrizantes de la Motown, Martha Reeves y las Vandellas, simplemente eran unas jóvenes de Detroit intentando cantar allá donde podían. Aunque nacida en Eufaula, Alabama, Martha Reeves fue criada en la ciudad del Motor, Detroit, estuvo rodeada de música gospel, educó su voz con en la iglesia para afilarla en los improvisados escenarios del barrio. Martha, en sus inicios, formó parte del grupo The Del-Phis, junto a Rosalind Ashford, Annette Beard y Gloria Williams. Las Del-Phis, por entonces, se movían en la escena musical de Detroit, participando en concursos de talentos, grabando maquetas locales y absorbiendo la energía del doo-wop y el R&B de la ciudad. Cuando Gloria se marchó, el trío pasó a llamarse las Vandella, un nombre cuyo origen unía la Van Dyke Street de Detroit con la admirada cantante del momento, Della Reese. El destino hizo que Martha, acabara trabajando como secretaria en la Motown, y fuera invitada a sustituir a otra cantante en una de esas extensas sesiones que tenían lugar en la Motown. Aquella suplencia derivó en la entrada del grupo en la plantilla de artistas del sello, y permitió que Martha Reeves se posicionara como una de las voces más potentes del sello, lista para incendiar la escena musical.

Las Vandellas arrancaron con fuerza. Su primer éxito, Come and Get These Memories (1963), escrito por el entonces emergente trío de compositores Holland-Dozier-Holland, marcó su inicio. Pero fue Heat Wave (1963) la que usurpó las listas de ventas y lo cambió todo. Gracias a la fogosa voz, cargada de matices gospel de Martha y las armonías apretadas de las Vandellas, la canción se convirtió en un número uno en R&B y en un Top 5 en pop. Martha ya no solo cantaba: predicaba, siendo capaz de transformar la energía clerical en himnos soul para las pistas de baile. Posteriormente, siguieron los clásicos: Quicksand (1963), Nowhere to Run (1965) y, por supuesto, Dancing in the Street (1964)—un tema que no solo definió un verano, sino que se convirtió en un himno generacional en favor de los derechos civiles, que fue adoptado como una llamada al encuentro , la movilización y a exigir visibilidad. Dentro de la plantilla de artistas de la Motown, el estilo de las Vandellas se diferenciaba del glamour y elegancia de las Supremes, destilando pura energía cruda, sudor y realismo de calle. Sus canciones fueron pulidas para las pistas de baile, impulsadas por el ritmo implacable de los Funk Brothers y la inconfundible fortaleza vocal de Martha. En su punto más alto de popularidad llegaron a convertirse en el latido de la clase trabajadora de Detroit.

La era dorada de las Vandellas coincidió a mediados de los 60’s, estando de giras con el Motown Revue, compartiendo cartel con los nombres más grandes del soul de momento y encadenando éxito tras éxito, sacados como churros por la factoría Motown. Temas como Jimmy Mack (1967) y Honey Chile (1967) mostraban su capacidad para equilibrar la dureza y la ternura. Pero a medida que avanzaba la década, los cambios fueron inevitables. Annette Beard dejó el grupo para formar una familia, Betty Kelly entró, y más tarde Sandra Tilley completaría la formación. Mientras tanto, poco a poco el foco de la Motown se dirigía cada vez más hacia las Supremes, el grupo elegido por Berry Gordy para conquistar el mercado popular, lo que hizo que las Vandellas recibieran menos promoción, aunque siguieran estando en las listas. El golpe final a su carrera musical llegó a inicios de los 70’s, cuando la Motown decidió trasladarse de Detroit a Los Ángeles. Su último sencillo en las listas, Bless You (1971), fue una premonición, ya que en 1972, el grupo se despidió oficialmente con un concierto en Detroit, cerrando un capítulo de quienes habían sido parte imprescindible en la definición del sonido de toda una generación.

Hoy resulta imposible contar la historia de la Motown, o mismamente la del Soul , sin Martha Reeves y las Vandellas. Ellas fueron el puente entre la fogosidad de canto gospel y la accesibilidad del pop, entre el grito armónico bendecido y el baile callejero de barrio. Dancing in the Street sigue siendo un himno generacional cargando de diversión y protesta, reinterpretado desde David Bowie y Mick Jagger hasta artistas de R&B contemporáneo. Su sonido dio un nuevo enfoque a la Motown, demostrando que el Soul podía ser pulido y a su vez áspero, alegre y al mismo tiempo cargado políticamente. Su huella se siente en generaciones posteriores: la entrega de Martha resuena en Tina Turner, y en la valentía vocal de Beyoncé. Las Vandellas no fueron “otro grupo femenino” de la Motown: fueron la chispa que mantuvo el motor del sello discográfico encendido, recordándonos que el Soul trata de movimiento, libertad y el poder imparable de la voz que nace del corazón del pueblo.

Discografía de Martha Reeves & The Vandellas

Álbumes de estudio

1. Come and Get These Memories (1963)

2. Heat Wave (1963)

3. Dance Party (1965)

4. Watchout! (1966)

5. Ridin’ High (1968)

6. Sugar ‘n Spice (1969)

7. Natural Resources (1970)

8. Black Magic (1972)

Singles Más Importantes

• Come and Get These Memories (1963, US #29 Pop, #6 R&B)

• Heat Wave (1963, US #4 Pop, #1 R&B)

• Quicksand (1963, US #8 Pop, #1 R&B)

• Live Wire (1964)

• In My Lonely Room (1964)

• Dancing in the Street (1964, US #2 Pop, #2 R&B)

• Wild One (1964)

• Nowhere to Run (1965, US #8 Pop, #5 R&B)

• You’ve Been in Love Too Long (1965)

• My Baby Loves Me (1966, US #22 Pop, #3 R&B)

• I’m Ready for Love (1966, US #9 Pop, #2 R&B)

• Jimmy Mack (1967, US #10 Pop, #1 R&B)

• Love Bug Leave My Heart Alone (1967)

• Honey Chile (1967, US #11 Pop, #5 R&B)

• I Can’t Dance to That Music You’re Playin’ (1968)

• Forget Me Not (1968)

• I Should Be Proud (1970)

• Bless You (1971, US #53 Pop, #29 R&B)