
Mucho antes de que la Motown se convirtiera en la gran fábrica mundial de éxitos , un grupo de chicas de secundaria en Inkster, Michigan, se atrevió a soñar. La historia de las Marvelettes arranca en 1960 en la Inkster High School, donde Gladys Horton, Katherine Anderson, Georgeanna Tillman, Juanita Cowart y Georgia Dobbins formaron un conjunto al que primero llamaron The Casinyets—como quien dice “todavía no sabemos cantar.” Pero pronto encontraron su armonía, inspiradas por los grupos de doo-wop y gospel de los cincuenta, y por pioneras del soul como The Shirelles. Su oportunidad llegó cuando hicieron la audición para, por aquel entonces, un joven sello discográfico llamado Tamla/Motown, fundado por un tal de Berry Gordy. Aunque no ganaron el concurso escolar, un profesor insistió en que probaran suerte. Georgia Dobbins, que al inicio llevaba la batuta, adaptó un viejo blues en lo que se convirtió posteriormente en Please Mr. Postman. Con Horton al frente en la voz principal, la canción llegó a las manos de Gordy. Ese sencillo no solo cambiaría sus vidas: también marcaría el destino del sello discográfico Motown para siempre.


Cuando Please Mr. Postman salió en 1961, no sólo se convirtió en éxito sino que hizo historia. El tema alcanzó el número uno en el Billboard Hot 100, convirtiendo a las Marvelettes en el primer grupo de Motown en encabezar la lista pop. Pensádlo bien: antes de las Supremes, antes de los Temptations, o antes de todos esos magníficos grupos vocales del sello, fueron unas adolescentes de Inkster las que abrieron el camino marcando las pautas. Su sonido, en sus orígenes, tenía garra y un encanto más crudo que pulido, con la voz urgente de Horton y las armonías compactas acompañando. Canciones como Playboy (1962), Beechwood 4-5789 (1962) y Too Many Fish in the Sea (1964) consolidaron su fama de contar historias juveniles irresistibles. A diferencia de la sofisticación posterior de las Supremes, las Marvelettes proyectaban la autenticidad de la clase trabajadora; sus letras giraban en torno al lenguaje cotidiano, números de teléfono y la jerga de barrio. Detrás de los controles se encontraban, ni más ni menos que Smokey Robinson, Brian Holland, Lamont Dozier y Norman Whitfield ayudando a moldear su sonido, lo que determinó que, para mediados de los sesenta, ya fueran habituales en las listas de éxitos y parte de las giras colectivas de Motown, cabalgando la ola del sello y defendiendo su identidad propia.
En 1965, diversos cambios en la formación comenzaron a modificar la dinámica del grupo. Georgeanna Tillman tuvo que dejar el grupo por problemas de salud, convirtiendo a Wanda Young en la voz principal, aportando un tono más suave y maduro. Esto quedó claro en éxitos posteriores como Don’t Mess with Bill (1966) y The Hunter Gets Captured by the Game (1967), ambos escritos por Smokey Robinson; canciones con una profundidad diferente, con menos energía adolescente y más sensualidad contenida. Pero mientras su arte crecía, el foco mediático se desplazaba. La maquinaria de Motown comenzaba a inclinarse cada vez más hacia las Supremes, cuyo glamour encajaba mejor con la visión de Gordy para conquistar todo tipo de público, incluyendo el de raza blanca. Es por ello que las Marvelettes, sufrieron de una menor promoción, de giras agotadoras y una menor inversión en su desarrollo artístico. A inicios de los años setenta su estrella fue apagándose debido en parte a tensiones internas de sus miembros que derivó en nuevos cambios en la formación, sumado a el continuo cambio del panorama musical. Su último disco, The Return of the Marvelettes (1970), fue en realidad un proyecto en solitario de Wanda Young publicado bajo el nombre del grupo. Prácticamente y casi sin ruido, las Marvelettes se disolvieron, tras ser opacadas por nombres, en azul momento, más grandes de la casa Motown.
Pero seamos sinceros : las Marvelettes son las reinas olvidadas de la Motown. Ellas demostraron que unas chicas de color podían liderar la lista de éxitos pop, y al hacerlo trazaron el camino para true se beneficiaran los artistas posteriores que siguieron la estela de las Marvelettes. Sin Please Mr. Postman, no habría hoja de ruta para el reinado de las Supremes ni para los himnos generacionales de Martha and the Vandellas. Sus canciones transmitieron una cruda honestidad , retratando el corazón adolescente con frescura y un lenguaje sin adornos. Y aunque la Motown apartó el reflector sobre ellas, el hip-hop las rescató décadas después a los samples constantes de Please Mr. Postman y Beechwood 4-5789, asentando su eco en los grupos femeninos modernos, en las armonías del R&B y en la idea misma de un soul juvenil y cercano. Puede que no recibieran el mismo brillo ni la maquinaria de marketing de las Supremes, o incluso de Martha and the Vandellas, pero justamente ahí radica su fortaleza, ya que permanecen como una de las voces más auténticas de la Motown inicial, un soul de clase trabajadora creado unas chicas reales de Inkster moldeando su propia historia. Hoy, cuando se habla de los cimientos de la Motown, el nombre de las Marvelettes merece estar en el primer párrafo. Fueron pioneras, innovadoras y—aunque la historia no siempre les dio el crédito completo—auténticas arquitectas de la música soul.

Discografía de The Marvelettes
Álbumes de estudio
1. Please Mr. Postman (1961)
2. Smash Hits of ’62 (1962)
3. The Marvelous Marvelettes (1963)
4. The Marvelettes Sing (1965)
5. Smash Hits of 1966 (1966)
6. The Marvelettes (a.k.a. “Pink Album”) (1967)
7. Sophisticated Soul (1968)
8. In Full Bloom (1969)
9. The Return of the Marvelettes (1970)

Singles Más Importantes
• Please Mr. Postman (1961, US #1 Pop, #1 R&B)
• Twistin’ Postman (1961)
• Playboy (1962, US #7 Pop)
• Beechwood 4-5789 (1962, US #17 Pop)
• Strange I Know (1962)
• Locking Up My Heart (1963)
• Too Many Fish in the Sea (1964, US #25 Pop)
• You’re My Remedy (1964)
• I’ll Keep Holding On (1965)
• Danger! Heartbreak Dead Ahead (1965)
• Don’t Mess with Bill (1966, US #7 Pop)
• The Hunter Gets Captured by the Game (1967, US #13 Pop)
• When You’re Young and in Love (1967, US #23 Pop)
• My Baby Must Be a Magician (1967, US #17 Pop)
